La cultura Instagram y culto a la falsa perfección

La cultura Instagram y culto a la falsa perfección

 

Exhibir imperfección, qué enorme y tan correcta iniciativa.

Ve y pregúntale lo siguiente a algún padre de algún influencer joven – y no tan adolescente: “¿Por qué tantas imágenes de uno mismo? ¿Por qué muchos selfies? Te dirán algo así: “están intentando encontrar la captura perfecta”. Te dirán que su hijo o hija revisará más de cien imágenes para intentar hallar la preferible imagen que subir a Instagram. Entonces esa misma imagen sufrirá un “tuneado” antes de ser vista por todo el planeta.

 

Rueda de cuestiones imperfectas

¿Qué pasaría si tuvieras que filtrar tu vida?

¿Qué pasaría si mostraras tus defectos?

¿O qué pasaría si nos dejaras ver esas pequeñas o enormes deficiencias?

¿Qué pasaría si especial fuera un sinónimo de desagradable?

Deja de esconderte

No me pienso que este egosistema que hemos desarrollado, esta sociedad de doble cara. Esta cultura hiper-desmedida por las apariencias y el mensaje especial nos haya enseñado que esa es la manera más óptima de vivir nuestras vidas.

Nuestras deficiencias son fabulosas, igual que nosotros como humanos.

Mientras en las saunas, vestuarios o gimnasios, chicos y chicas tratan de contemplar esos kilos de más.

Nos hemos vuelto más autoconscientes que jamás sobre nuestros cuerpos. Esto pasa porque sentimos que no somos lo bastante dignos o excelentes para mostrarlos en Instagram. Nos encontramos jodidos. Nos encontramos fracasando de manera miserable. Mi visión más que nada eso:

  • Primero: que le jodan a la perfección.
  • Segundo: que le jodan a los excelentes.
  • Tercero: “a quién le importa”.
  • Cuarto: jóvenes, jovenes (incluso algunos adultos), no sois “likes” o “comentarios”, son personas, imperfectas, hasta la médula.
  • Quinto: muestra lo absurdo, lo ridículo, lo real, lo que no es sexi, lo vulnerbale.

A mi favor: exhibir imperfección

Tengo el tabique nasal desviado tres ocasiones con esta última. Desde bien pequeño tengo unas buenas ojeras que me acompañan la mayoria de las veces. Tengo un enorme hueco en la boca por una muela que me falta, y siempre que sonrío se ve y podría no quedar muy estético. A las 28 años empecé a perder el pelo arriba en la coronilla, solo crece a los lados, un poco arriba y muy en la parte de abajo. No me agrada la multitud, no me agradan los actos sociales, estoy obsesionado con varias cosas. Entre ellas el tiempo.

Dejé por escrito mis más profundos defectos en el libro Mapmakers. Otra con los superiores fracasos del año pasado. Y del otro

Estoy orgulloso de quien soy. Orgulloso de donde vengo y ningún estándar de Instagram, Youtube o Snapchat me va a llevar a cabo esconder mis defectos temiendo que otra gente logren juzgarme. Llevar a cabo lo opuesto sería llevar una porquería de vida.

Mis deficiencias, obsesiones, defectos, fracasos y errores son justo eso que me definen. Lo mismo aplica en ti estimado/a.

A veces mentirás.

Fracasarás en oportunidades.

Errarás en otras.

habrá instantes en los que te arrepentirás de lo que hiciste.

Más allá de todo lo mencionado y más, estás hecho de una materia impresionante.

Instagram, Youtube o Facebook no tienen todas las respuestas, ni son la solución a tu vida. Y menos deberían determinar nuestra cultura o llevarnos a accionar de manera tan absurda y surrealista. Exhibir imperfección, algo tan necesitado como inquietante.

 

Atribución imagen: Business Insider.

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Abraza la imperfección y la puerta de inseguridad

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Vivimos entre personas que no tienen idea cómo ser imperfectas. Eso es inconveniente, pero el inconveniente todavía más grave es que se ve que la mayoría no dejamos que los demás vivan en la imperfección.

 

 

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