5 aplicaciones que no existen y deberían existir Argentina

5 apps que no hay y deberían existir Argentina

Nuestros móviles y tabletas se convirtieron en armarios roperos de apps. Por una sección, poseemos las apps que solemos utilizar y que por lo general se muestran en la pantalla al desbloquear el móvil y, por otra, las de temporada (que las terminamos de disponer y las hemos utilizado, pero la siguiente temporada nos olvidaremos de ellas), las que poseemos “por si acaso” no nos vayan a llevar a cabo falta (que frecuentemente guardamos en carpetas como quien almacena unos pantalones viejos en un cajón de difícil ingreso para jamás volverlos a utilizar) y las aplicaciones que vienen instaladas en el móvil, que salvo la alarma, la calculadora o la aplicación del tiempo, por lo general no usamos para nada. Y así, en relación del síndrome de Diógenes de cada uno y de si tienes las apps organizadas por carpetas o no, te encontrarás fácilmente con tres pantallas de apps o más, cuando las que usas de verdad podrían ocupar una única pantalla.

En mi móvil, entre otras cosas, suelo instalar con frecuencia aplicaciones novedosas para objetivos de toda clase, porque que me resulta divertido probarlas y corroborar si verdaderamente me parecen útiles, más allá de que muchas las descarte enseguida por causas numerosas o las deje instaladas en el limbo de las carpetas de nombre genérico. Por eso, cuando pienso en las aplicaciones que verdaderamente llevo usando un largo tiempo, el número se disminuye de enorme manera y, no obstante, sigo echando de menos apps que no he logrado hallar porque… ¡No existen! Así que si las desarrolláis, ponedme en los créditos.

5 apps que no hay aún

1. Aplicación para ordenar tareas, incluirlas en mi agenda y visualizarlas en un calendario.

Me diréis que eso ya existe, pero no es del todo cierto. He usado aplicaciones en este sentido tanto para administrar mis tareas expertos como las personales: Trello, Basecamp, Tareas de Google o Wunderlist son algunas de ellas y me parecen bien para el trabajo en grupo, ya que igual que te adaptas a la organización del conjunto, te adaptas a la utilidad. En cambio, cuando he buscado una aplicación para mí, en donde integre mis tareas en todo el día (profesionales y personales), las citas de mi agenda, los costos que tengo, las cosas que tengo que llevar a cabo y debo acordarme de llevar a cabo, las cosas que podría hacer (si tengo tiempo) o las ideas para futuras publicaciones o proyectos… No encontré lo que quería. Puede que no le haya dado suficientes oportunidades a las aplicaciones que he probado o puede que haya alguna que no he probado y que de todos modos sea lo que estoy intentando encontrar, pero pienso que el inconveniente primordial es que todas estas utilidades para la gestión de tareas comprometen que tú te adaptes a ellas, a su forma de ordenar y ver las tareas, y no que ellas se adapten a ti, más allá de que elijas cómo deseas clasificar las diferentes tareas.

En este sentido, lo que mejor me ha funcionado es el papel y el boli e integrar todo lo que he dicho en una pequeña agenda que llevo en el bolso, aunque me falte espacio para información y no logre integrar links. Y para los costos, como he dicho en otros posts, utilizo el Kakebo de Blackie Books. Por ahora, lo próximo que probaré es otro método analógico, concretamente, el de Ryder Carroll Bullet Journal, pero pienso que eso será ya para 2017.

2. Aplicación Agente Secreto.

Me explico: Todos hemos cotilleado a través de diferentes apps de nuestros móviles o tabletas y, en algún instante, ¡la hemos cagado! Y sucede que cuanto más haces algo, más opciones tienes de meter la pata… Entre otras cosas, varios de nosotros miramos perfiles de gente en Instagram o Facebook desde el móvil (muchas ocasiones de gente que no entendemos quién es, pero llegamos hasta ella mientras procrastinábamos) y, súbitamente, nuestro dedo ha apretado más fuerte de lo común sobre la pantalla y ¡ZAS! dimos a “Me gusta” sin querer en alguna foto o hemos enviado una aprobación de amistad mientras nos tirábamos de los pelos, pensando en como autodestruir esa petición del mal. Y esto no sólo nos ocurrió con las aplicaciones de las comunidades, en WhatsApp también recibimos nuestro merecido cuando tratábamos de clickear en la foto de perfil de uno de nuestros contactos para verla bien grande y les hemos llamado sin querer (y todo el planeta sabe que si haces clic sobre el teléfono de WhatsApp, no es como el teléfono habitual que puedes colgar, enWhatsApp la otra persona va a conocer esa llamada sí o sí), por no comentar de cuando todos veíamos quién visitaba nuestro perfil en Linkedin,… Y sucede que es visible que estas apps fueron desarrolladas así por algo. De hecho, me puedo imaginar las risas de los desarrolladores de WhatsApp cuando eligieron añadir el icono del telefonito al costado y increíblemente cerca de la foto de perfil de WhatsApp, frotándose las manos y pensando en toda la multitud inocente que pondría el dedazo un poco más a la izquierda de lo común y llamaría sin querer a uno de sus contactos.

Por eso, el enorme inventazo en móviles y tabletas sería una aplicación que te permitiera entrar al resto de apps instaladas en el móvil, llevar a cabo búsquedas dentro de ellas, ver páginas y llevar a cabo scroll… ¡Nada más! Es decir, que te bloqueara algún opción que no sea ver lo que tienes enfrente. Ahí dejo esta iniciativa increíble para quien desee cogerla.

3. Aplicación para el precaución de plantas.

Sé que hay apps para proteger plantas, así como Parrot Flower Power o Koubachi, pero ámbas requieren un sensor (su precio es de unos 49 euros), que nos lo dice todo: Si la planta requiere agua, luz, fertilizante, etc. Y también hay numerosas apps, sin obligación de sensor, que nos recuerdan que debemos regar las plantas o que nos ofrecen información sobre sus cuidados, pero… Yo no quiero lo primero, ni necesito lo segundo. Oséa, cuando tienes plantas en el hogar y eres un individuo habitual, deseas cuidarlas tú o por lo menos eso pretendes, aunque después se te olvide o lo hagas mal.¿Qué felicidad tiene si las protege un sensor que clavas en el tiesto y que te lo dice todo? En el final tener un sensor es más parecido a tener un tamagotchi, que a proteger plantas, que no lo veo mal, pero es otra cosa. Por otro lado, tampoco lo que busco es otra aplicación más que me recuerde cuándo regar las plantas, porque puedo apuntarlo o ponerme una alarma ¡o inclusive acordarme!

Lo que busco verdaderamente es que si veo a mis plantas al límite de la desaparición o no realmente bien, les realice una foto, las suba a esa aplicación que no existe y un profesional me diga lo que debo llevar a cabo o inclusive un grupo de pseudoexpertos, al estilo Yahoo Respuestas, pero sólo de plantas. Creo que la multitud que no entendemos bastante a estos seres vivos y hemos matado sin querer a muchos de ellos, nos sentiríamos más arropados con una aplicación así, rápida y eficaz.

4. DoctorApp.

Resulta que esta aplicación existe, pero no está utilizable para España y la web no crea excesiva seguridad. Lo único que otorga seguridad es la imagen de depósito del médico que encabeza la web, desde ahí, las fotografías de los médicos “cerca de ti” y las consultas que hay, provocarían que me fuera corriendo a Yahoo Respuestas. No obstante, la iniciativa es la que yo tenía en la cabeza: Una aplicación para consultas médicas básicas o para las consultas más íntimas de aquellas personas que por reparo no acuden a su médico de cabecera.

Y sucede que indudablemente varios de nosotros hemos llevado a cabo búsquedas de los síntomas que poseemos en Google y vimos imágenes de protuberancias y turgencias que salían de lo que parecía ser un ser humano, preguntándonos si es viable terminar así, cuando lo que poseemos es “granos debajo de la lengua” o hemos leído sobre anomalías de la salud de toda clase, cuando lo que teníamos era estrés… ¡DoctorApp nos ahorraría estos pésimos tragos!

5. Aplicación con recetas, en relación de los elementos que poseas en el hogar.

Los blogs y las apps similares con la cocina se han multiplicado con el boom de Jamie Oliver, Top Chef, Masterchef, etc. Y también ya hay varios sitios donde puedes hallar recetas fáciles para llevar a la oficina o para esas personas que no tienen mucho tiempo. Pero no nos engañemos, en la vida real muchas personas no poseemos quinoa o 400 gramos de carne picada en el frigorífico, si no lo hemos comprado específicamente para llevar a cabo una receta con premeditación y alevosía. En mi vida real (y quisiera que en la de más gente) me levanto un sábado o un domingo alguno, abro la nevera y, si tengo suerte, encontraré algún huevo, jamón york, puede que queso y quizá tenga arroz, espaguetis y/o atún en el armario, así que lo que espero es coger el móvil, buscar mi aplicación de recetas para gente como yo, añadir los pocos elementos que tengo y que la aplicación (probablemente construída por gente como yo) me diga qué puedo llevar a cabo con los elementos que tengo. Sí, como Carrot, pero para gente con resaca. Si yo he podido inventar enormes platos con elementos parecidos a los que acabo de denominar, quisiera que una aplicación logre darme ideas aún superiores y, si es viable, que suenen bien: Rollitos rebozados de jamón york rellenos de queso, espaguetis con atún y jamón, risotto de ¿jamón york?, etc.

[Tengo que decir que Carrot es el tipo de aplicación que tenía en cabeza en un primer instante, pero al descubrirla, he decidido cambiar un poco el planteo de lo que buscaba para ofrecer alguna iniciativa más].

Y éstas son las apps que creo que no hay como és las he detallado, pero si existieran, por favor, dejen sus sugerencias en los comentarios. ¡Gracias! 😉

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